Natzaret
Con el Plan Sur o Solución Sur, a principios de los años setenta dio por resuelto el problema de las avenidas que históricamente sufría Valencia, pero no en el caso de Nazaret. Al contrario, las obras realizadas para la construcción del circuito de Fórmula 1 cegarán de nuevo el cauce del Turia con una curva de asfalto, con el consiguiente riesgo de inundaciones. El circuito ha venido, por otra parte, a reforzar el aislamiento que sufría el barrio desde la ampliación del puerto en 1986, cuyas compensaciones, a cambio de haber privado al barrio de acceso al mar, nunca se llevaron a cabo. Aunque desde tiempo atrás ya estaba prohibido el baño en su playa, a causa de la contaminación.
Como en situaciones similares, los planes de expansión y modernización del puerto, a través del turismo, los cruceros, los deportes de vela, causan daños colaterales que, a estas alturas, no se pueden dejar de prever: Natzaret es “la víctima por excelencia, sometido a un cruel aislamiento físico fácilmente solucionable si terrenos vacantes que caen dentro de su linde se utilizaran a tal fin y no a futuras especulaciones”. A un lado brillan la pompa “provinciana y hortera” de la Marina Real de Juan Carlos I, la Copa del América, “el enésimo intento” de situar la ciudad “en el mapa a golpe de glamour” y de beach clubs; al otro, en la periferia de la ciudad, y también de la sociedad, en Nazaret no falta el menudeo de drogas ilegales ni la prostitución, como exige el tópico protocolario de la degradación previa que allana los procesos de gentrificación.
En 2015 Nazaret continúa en cuarentena. Aunque a lo lejos se alcanza a distinguir la silueta de la vecina Cuidad de las Artes y las Ciencias
Hay que construir un decorado que los turistas puedan reconocer para situarse
(…) En un mundo en el que la imagen es omnipresente, conviene que lo real se parezca a su imagen.
El Puerto cambiará el plan urbanístico junto a Nazaret por el rechazo vecinal
Situado al norte de Pinedo, al sur de Cabanyal-Canyamelar al oeste con La Punta y frente al mar, el nombre del barrio deriva del lazareto instalado en 1720, con motivo de la epidemia de peste que afectaba al puerto de Marsella, el principal puerto comercial del mediterráneo en la época. La denominación lazareto procede de San Lázaro, bajo cuya advocación se acogían los enfermos de lepra, el mal de San Lázaro. Los lazaretos estaban construidos expresamente en lugares próximos a los puntos de desembarco, aunque aislados, para someter a cuarentena las mercancías y los posibles enfermos. Toda persona sospechosa de padecer una enfermedad contagiosa que llegara a Valencia por mar debía pasar la cuarentena y ser expurgada en este establecimiento; en realidad un grupo de cobertizos de madera, lo suficientemente ventilado y cercano al puerto. Y con ese nombre, Lazareto, aparece en los derroteros de navegación de la época.
Nazaret se encuentra encajonado en medo de una red de infraestructuras ferroviarias y portuarias, rodeado de autovías y cercado de montañas de contenedores, y privado también de la zona de huerta más próxima, que era la de La Punta , también arrasada a finales de los 90 por las obras de una nunca realizada Zona de Actividades Logísticas del puerto. Sin embargo, sí que se construyó una “pasarela vigilada” para que “los vecinos de Nazaret” dispusieran “de un acceso rápido y seguro al circuito de Fórmula 1”, tan abandonado hoy como la propia pasarela, que con un coste de dos millones de euros se ha usado en total quince días en cinco años, a razón de tres días por año.
Un adelanto ya se escenificó en 2008: la antigua estación ferroviaria, que enlazaba con la antigua estación de FEVE, cerrada desde la riada del 57, abandonada, sería tapiada con motivo de la primera edición del European Grand Prix, tras expulsar a los grupos de inmigrantes africanos que la okupaban. También entonces, la prensa se ponía metafórica y hablaba de “el barrio de la F-1”, y se llegó a inyectar oxígeno en la desembocadura del cauce del río para eliminar los malos olores. Por poco no bombean Chanel nº 5.
Valencia se queda sin Fórmula 1 tras enterrar 300 millones
El desmantelamiento del circuito urbano de Valencia será el punto final a una aventura que ha salido cara a la Generalitat. El coste de situar a Valencia en el mapa del Gran Premio podría ascender a los 275 millones de euros, si se suman conceptos como el canon (134,5 millones correspondientes a las cinco carreras celebradas), la inversión para construir el circuito (100 millones) o los 41 millones del rescate a Valmor. Y es que todo lo relacionado con la F1 tenía precios desorbitados: los 22 millones más IVA que Canal 9 se comprometió a pagar a Mediapro por el subarrendamiento de la retransmisión de las carreras por las temporadas 2010 a 2013; 2,2 millones gastados en el montaje de las gradas en 2012; 230.000 euros en catering; más de medio millón de euros en publicidad o los 135.000 euros por la comisión por la venta de entradas.